Con la publicación en el Diario Oficial el día 20 de febrero, se creó oficialmente el Parque Nacional Salar del Huasco. Con esta nueva área silvestre protegida, Tarapacá posee tres sitios con protección oficial, alcanzando cerca del 9% del territorio regional.
Luego de varios años de gestiones el salar del Huasco se integró al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra la Corporación Nacional Forestal (CONAF), servicio dependiente del Ministerio de Agricultura. Con ello, Chile avanza en el compromiso de seguir sumando a la protección oficial ecosistemas de importancia nacional.
El nuevo Parque Nacional Salar del Huasco, situado en la comuna de Pica, posee una extensión de 110.049 hectáreas. Su salar se encuentra en el centro de dos sierras que superan los 4.500 metros de altura, y que presenta formaciones propias de ecosistemas alto andinos.
El objetivo de su creación es la protección y contribución a la conservación de especies de flora y fauna características del salar, en especial, aquellas clasificadas en categorías de amenaza. Para ello, CONAF comenzará a trabajar en la implementación de acciones que permitan asegurar sus procesos evolutivos y la biodiversidad presente, con un modelo de gestión participativo.
Natalia Ortega, directora regional de CONAF, explica que este nuevo parque conforma la unidad número 107 del SNASPE, “convirtiéndose en un importante hito para la conservación de la biodiversidad, además de ser una importante señal de este gobierno que posee un enfoque ecológico y que está preocupado de la conservación y protección de los ecosistemas”.
El lugar atrae especialmente por la presencia de aves acuáticas alrededor de la laguna Huasco, entre ellos los flamencos chilenos, andinos y de james, además de la presencia de guallatas, gaviotas andinas, suris y patos. También es posible observar variados mamíferos, entre ellos la vicuña, el zorro andino y el tuco-tuco.
En este territorio también existen importantes sitios de valor arqueológico y elementos etnoculturales, como el cerro Charcollo y apechas pertenecientes a la cosmovisión aymara.
La creación de este parque, junto con la integración de iniciativas de conservación ambiental, incluirá el componente de desarrollo humano. Al respecto, la directora de CONAF, indica que “después de un largo proceso en el cual se ha incluido la visión de las comunidades indígenas presentes en el territorio, se ha recogido su opinión y esperamos trabajar en conjunto por el bienestar de las comunidades asociadas a este nuevo parque y de su biodiversidad”.
Cabe destacar que las áreas silvestres protegidas que son administradas por CONAF en Tarapacá, son conformadas además por la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal y el Parque Nacional Volcán Isluga.