Es el cuarto procedimiento de similares características desde que comenzó la emergencia sanitaria.
Un camión con 69.740 cajetillas de cigarrillos de contrabando interceptaron fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en la avanzada Quillagua, 226 kilómetros al sur de Iquique. Es el cuarto procedimiento de similares características desde que comenzó la emergencia sanitaria por el Covid-19 y demuestra el compromiso institucional y de sus funcionarios para evitar el tránsito de todo tipo de mercancías ilícitas.
El Director Regional de la Aduana de Iquique, Cristian Molina Silva, señaló que en este caso se trató de un camión que supuestamente transportada 7 mil kilos de tomates y cajas con jengibres desde Arica a la Feria de Lo Valledor, en Santiago. Sin embargo, al momento de la fiscalización se detectaron algunas irregularidades y se realizó un aforo completo, hallando que detrás y bajo los tomates había una gran cantidad de cigarrillos de contrabando.
Los cigarrillos estaban al interior de cajas de frutas y forrados en papel de diario. En total se hallaron 69.740 cajetillas, divididas en 2.788 cartones de la marca Blue, 2.409 cartones de la marca Fox, 1.190 cartones de la marca Carnival, 494 cartones de la marca LS, 50 cartones Pine y 43 cartones Gift.
Molina Silva indicó que los cigarrillos son de origen extranjero y no se pudo acreditar su legal importación al país, sumado al hecho que estaban ocultos y no declarados, “por lo tanto, el conductor fue acusado de contrabando y se estableció que las mercancías trataron de eludir impuestos por $198.024.246”.
El Director Regional indicó que con este caso suman cuatro los camiones incautados en similares procedimientos en Quillagua con un total acumulado a la fecha de 858.680 cajetillas de contrabando que trataban de eludir más de 2 mil millones en impuestos. “Estamos en medio de una pandemia y eso representa un desafío para mantener la continuidad operacional y las acciones de fiscalización y facilitación sobre las cargas. Al respecto, este tipo de intervenciones demuestran la eficiencia con la que estamos actuando y, al mismo tiempo, demuestra que lamentablemente el crimen organizado y el contrabando no se detiene e incluso ocupa alimentos de primera necesidad para tratar de esconder mercancías ilícitas”.