Con la prueba presentada por la Fiscalía del Tamarugal, el tribunal oral resolvió condenar al ciudadano venezolano Edris Ezequiel Matute a la pena de presidio perpetuo simple por su participación en el robo con homicidio de una joven de nacionalidad boliviana que atendía un local comercial de Pozo Almonte, a quien le dio muerte tras apuñalarla múltiples veces en noviembre del año 2022.
El fiscal jefe del Tamarugal, Hardy Torres, presentó en el juicio múltiples prueba que dieron por acreditado que el día de los hechos, a las 20:00 horas aproximadamente, mientras la víctima Sonia Villca Valencia se encontraba atendiendo al interior de un minimarket ubicado en avenida Comercio, comuna de Pozo Almonte, ingresó el acusado, quien, con la intención de sustraer especies, simuló realizar una compra, tras lo cual procedió a amarrarla con cinta adhesiva de pies y manos y también puso cinta adhesiva en su boca. Luego, sustrajo dinero desde la caja del local comercial.
Una vez con el dinero en su poder y con el objetivo de evitar que lo denunciara, el acusado le propinó con un cuchillo a lo menos 21 heridas punzocortantes en diversas partes del cuerpo de la víctima, tales como la espalda, el cuello y la cabeza, algunas de las cuales -en particular las del cuello- eran necesariamente mortales, provocándole una hipovolemia aguda traumática que le ocasionó la muerte en el lugar. Posteriormente, el acusado se dio a la fuga, llevándose el dinero y el cuchillo con el cual cometió el delito.
En el juicio, el fiscal Torres -junto a los abogados querellantes de la Delegación Presidencial y el Centro de Apoyo de Víctimas de Delitos Violentos-, presentó los testimonios de familiares de la víctima, quienes señalaron que ella llevaba poco tiempo trabajando en el minimarket, tenía 21 años, estaba casada y tenía un hijo de 2 años. Los dueños del local y otros testigos que conocían al acusado confirmaron que era cliente del minimarket, trabajada en la localidad de Pozo Almonte, y que unos días después del homicidio huyó a Perú, regresando meses después.
Los funcionarios de la Brigada de Homicidios dieron cuenta de las diligencias realizadas que permitieron identificar al imputado y tomarle declaración cuando volvió al país, momento en que reconoció los hechos, señalando que ese día fue al local a pedir fiada una cerveza y que se encontró con la víctima y sin pensarlo la tomó por el cuello y la llevó a un cuarto donde la inmovilizó con cinta adhesiva. Luego sacó la plata de la caja registradora y cuando se iba a ir, pensó que ella lo iba a acusar, así que la mató. El Servicio Médico Legal confirmó la causa de muerte de la víctima, quien presentaba más de 20 puñaladas en distintas partes del cuerpo, sobre todo en la zona del tórax y cuello.
Terminado el juicio y considerando las circunstancias atenuantes y agravantes, así como la extensión del mal causado, el tribunal resolvió condenar al acusado a la pena de presidio perpetuo simple.