Con la prueba presentada en el juicio por la fiscal especializada en Responsabilidad Penal Adolescente Camila Albarracín, el tribunal resolvió condenar a un imputado, que al momento de los hechos tenía 17 años de edad, como autor de dos delitos de violación cometidos el año 2022 en contra de su polola de 16 años, en la comuna de Alto Hospicio.
De acuerdo a lo que se acreditó en juicio, la víctima mantenía una relación de pololeo con el imputado cuando en agosto del año antepasado concurrió hasta el domicilio de éste, ubicado en Alto Hospicio, donde la obligó a ir a su dormitorio y la violó, quedando la joven paralizada por el miedo que tenía. Un mes después, en horas de la mañana, mientras ambos estaban en el colegio y salían de clases al patio, el imputado la metió a la fuerza a una sala donde la violó, pese que varias veces ella le dijo que no quería.
“Era una causa bastante compleja porque acá confluyen varios estereotipos que nosotros intentamos derribar durante todo el juicio oral, cuestión que fue recogida por el tribunal oral que en su veredicto fue muy enfático en afirmar que el consentimiento de una víctima no tiene relación con el vínculo que mantenía con el imputado y también despejó cualquier tipo de estereotipos de cómo debería reaccionar una víctima frente a delitos sexuales”, afirmó la fiscal Albarracín.
En el veredicto el tribunal estimó que la prueba testimonial, documental y pericial presentada por la Fiscalía, en especial, la declaración de la víctima, fueron fundamentales para acreditar los delitos, sobre todo la falta de voluntad de la adolescente, indicando que no es necesario que, a raíz de la fuerza física presentada por el acusado, la víctima resultara con lesiones, sino simplemente que esta fuerza tuviera el propósito de anular la voluntad de la afectada.
“Estamos muy contentos porque es un fallo que marca precedente incluso en responsabilidad penal adolescente y estamos a la espera del resultado de la sentencia que nos va a indicar si acogen también la pena solicitada por el Ministerio público, que implica una privación de libertad para el imputado”, concluyó la persecutora.
La lectura de sentencia será el próximo viernes 13 de septiembre.