Unidad de la VI División del Ejército de Chile y la Escuela de Caballería Blindada realizaron Entrega de Armas en el marco de la conmemoración del Día del Soldado Conscripto, en que la Institución recuerda a los 45 caídos en la tragedia de Antuco.
Con la presencia de autoridades militares y de familiares, los Soldados Conscriptos recientemente acuartelados en la Escuela de Caballería Blindada y en la 2da Brigada Acorazada “Cazadores”, perteneciente a la VI División del Ejército de Chile, vivieron la simbólica ceremonia de Entrega de Armas, en el marco de la conmemoración del Día del Soldado Conscripto, que recuerda la tragedia de los 45 caídos en Antuco el año 2005.
Las ceremonias, desarrolladas en la Escuela de Caballería en Iquique y en la 2da Brigada Acorazada en Pozo Almonte, consideró a los Soldados Conscriptos de ambas unidades, quienes recibieron sus armas de parte de sus comandantes, en simbólica entrega que posteriormente incluyó a los familiares que se dieron cita en las ceremonias. Fue así como el Comandante en Jefe de la VI División de Ejército, General de Brigada Lionel Curti Santibáñez, el Director de la Escuela de Caballería Blindada, Coronel Carlos Cammas Wittich, y el Comandante de la 2da Brigada Acorazada “Cazadores”, General de Brigada Ramón Oyarzún Gatica; en ambas ceremonias, felicitaron a los reclutas por su compromiso con la Patria, al ingresar voluntariamente para realizar su Servicio Militar, además de instarlos a continuar con el mismo ímpetu que han mostrado hasta ahora, en la que están recibiendo la instrucción y entrenamiento correspondientes a su Fase de Formación Inicial del Combatiente Individual.
El Comandante en Jefe de la VI División del Ejército de Chile, General de Brigada Lionel Curti Santibáñez, destacó la importancia del Soldado Conscripto en el Ejército y la formación e instrucción que estos reciben. “Esta ceremonia simboliza la más genuina relevancia que nuestros Soldados Conscriptos tienen para la Institución, ya que son la fuerza joven que permitirá perpetuar nuestra tarea en el tiempo. Por ello, agradecemos a los padres y madres que nos brindaron la confianza para entrenar a sus hijos en su Servicio Militar y por supuesto el compromiso demostrado por cada uno de los Soldados Conscriptos, que han demostrado su amor por la Patria en cada momento desde que están con nosotros”.
Asimismo, Fabián Loyola González, padre del Soldado Conscripto Fabián Loyola Lara, que realiza su servicio militar en la Escuela de Caballería Blindada, destacó la emoción vivida en la simbólica ceremonia, señalando que “siento mucha alegría y un orgullo enorme, de saber que mi hijo, en forma voluntaria, haya querido servir a su Patria y en esta ceremonia tan bonita, destacar la importancia que tiene ser portador de un arma. Recién le decía a mi hijo que tome esto como una responsabilidad, como una tremenda bendición y a la vez la dicha de ahora ser un soldado de nuestro país, con el deber de –esperando nunca suceda- defender a su Patria y a los más débiles de ser necesario”.